¿Qué es un hombro congelado (capsulitis adhesiva)?

El hombro congelado (o capsulitis adhesiva) es una condición común que causa un patrón distintivo de dolor, rigidez y pérdida de la función. En la clínica de fisioterapia Fisiococoon ofrecen una clínica integral para el tratamiento del hombro congelado.

El hombro congelado puede ser una condición muy dolorosa y debilitante y causar un impacto significativo en su calidad de vida. Es esencial que se le diagnostique correctamente, de manera oportuna, para asegurar que está recibiendo el tratamiento correcto. Básicamente, las dos opciones de tratamiento son la fisioterapia y/o una inyección guiada por ultrasonidos, dependiendo de la fase en que se encuentre la enfermedad.

El hombro congelado es el resultado del engrosamiento y la contracción de la cápsula articular (el tejido conjuntivo grueso que recubre la articulación del hombro), que también se inflama y se tensa. Esto provoca el dolor y la rigidez característicos del hombro congelado.

El hombro congelado tiene 3 etapas distintas:

Etapa de congelación (dolorosa). Cualquier movimiento del hombro provoca altos niveles de dolor, y el rango de movimiento del hombro empieza a limitarse lentamente. Esta fase puede durar entre 1 y 6 meses

Fase de congelación (rigidez). El dolor puede empezar a disminuir durante esta fase. Sin embargo, el hombro se vuelve más rígido y su uso se vuelve más difícil. Esta fase suele durar entre 6 y 15 meses

Etapa de descongelación. La amplitud de movimiento de su hombro comienza a mejorar y el dolor sigue reduciéndose. Se recupera la fuerza y la función de las extremidades superiores. Esta fase puede durar entre 15 y 24 meses.

La duración y la naturaleza de cada etapa pueden variar entre los pacientes. Los síntomas del hombro congelado pueden tardar varios años en resolverse, por lo que es esencial que reciba el tratamiento correcto según la fase en la que se encuentre.

Existe un gran debate sobre las causas del hombro congelado. Se desconoce la causa exacta. A menudo se produce sin motivo aparente, aunque también puede desencadenarse por una caída o una lesión menor, o a veces tras un traumatismo o una intervención quirúrgica si el brazo ha estado inmovilizado durante un periodo de tiempo.

Es una condición que afecta a entre el 2 y el 5% de la población. Esta cifra puede aumentar hasta el 20% en los pacientes diabéticos.

Afecta sobre todo a personas de mediana edad, normalmente entre los 40 y los 60 años.

Las mujeres tienen tres veces más probabilidades de verse afectadas que los hombres, y también hay algunas condiciones médicas que le hacen más susceptible de desarrollar un hombro congelado, como la diabetes, la enfermedad de Parkinson, las enfermedades cardiovasculares o los problemas con la tiroides.

¿Cuáles son los síntomas del hombro congelado?

  • Dolor intenso, especialmente por la noche
  • Aparición repentina del dolor, o puede desarrollarse progresivamente durante varias semanas o incluso meses.
  • Rigidez y pérdida de movimiento en el hombro afectado
  • Pérdida de funcionalidad, especialmente en los movimientos por encima de la cabeza o en actividades como lavarse el pelo y vestirse/desvestirse, estirarse hacia atrás y poner la mano detrás de la espalda, por ejemplo, ponerse el sujetador.

Si cree que puede tener un hombro congelado, se recomienda que busque ayuda profesional lo antes posible. En Fisiococoon contamos con clínicos expertos que le harán un examen completo del hombro y podrán determinar un diagnóstico preciso. Nuestros especialistas clínicos también pueden realizar una ecografía para confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones como una rotura del manguito rotador. Un diagnóstico correcto y oportuno conduce a una intervención oportuna y precisa.

El hombro congelado suele diagnosticarse erróneamente ya que puede simular otras afecciones como:

  • Rotura del manguito de los rotadores
  • Bursitis subacromial
  • Pinzamiento del hombro
  • Osteoartritis
  • Tendinopatía calcificada

¿Cómo se diagnostica un hombro congelado?

El diagnóstico formal se hace evaluando cuidadosamente sus signos y síntomas específicos, utilizando una combinación de pruebas para evaluar su rango de movimiento y fuerza. El hombro congelado provoca un patrón específico de rigidez.

Todos los fisioterapeutas tienen experiencia en el diagnóstico del hombro congelado y serán capaces de identificar si usted tiene uno. Esto se llevará a cabo en su primera sesión.

Los movimientos comunes que los pacientes suelen tener dificultad para realizar son

  • Alcanzar por encima de la altura del hombro
  • Llevar la mano a la espalda, por ejemplo, ponerse el sujetador o meterse la camisa.
  • Poner la mano detrás de la cabeza, por ejemplo, para lavarse o cepillarse el pelo
  • Lanzar una pelota
  • Extendiendo la mano hacia fuera y hacia el lado, por ejemplo, poniéndose el cinturón de seguridad.

Si, después de completar una evaluación clínica, el médico sigue sin estar seguro de su diagnóstico, puede remitirle a una radiografía o a una ecografía.

La radiografía sirve para descartar otras patologías del hombro que pueden presentarse como la artrosis o la calcificación. La radiografía de un paciente con hombro congelado puro suele ser normal.

Una ecografía es tan precisa como una resonancia magnética en la identificación de otras condiciones del hombro que pueden imitar un hombro congelado como un desgarro del manguito rotador o bursitis.

El carácter exhaustivo y profundo de nuestras evaluaciones da como resultado un diagnóstico muy específico y el desarrollo de un enfoque de tratamiento eficaz e individualizado.